martes, 26 de noviembre de 2013

POLÍTICA AGRÍCOLA

Los cultivostransgénicos en Europa

¿Está científicamente justificada una postura tan restrictiva?

Europa ha sido hasta hoy el mayor mercado agro alimentario del mundo. La actual Unión Europea constituye el primer importador mundial de productos agrícolas y el primer exportador de productos agro alimentarios. La agro alimentaria es la mayor industria de toda Europa, tanto por su valor económico como por el empleo que genera.
Europa ha sido también, junto con  EE. UU., uno de los grandes impulsores de nuevas técnicas en agricultura. Sin embargo, en el debate sobre la conveniencia de cultivar y consumir plantas modificadas genéticamente, Europa en su conjunto ha adoptado una posición extraordinariamente restrictiva. Las razones son múltiples y diferentes en cada país, pero lo cierto es que en 2013 la polémica aún pervive y la naturaleza de las decisiones futuras se antoja incierta.
Si miramos hacia el pasado, veremos que Europa se erigió desde el principio como uno de los grandes actores en el desarrollo de nuevas técnicas agrícolas. La primera empresa de semillas fue fundada en Francia a mediados del siglo XVIII por los hermanos Vilmorin. Los jardines botánicos, como los Reales Jardines de Kew, en Inglaterra, desempeñaron un papel esencial en el estudio de la diversidad vegetal. Los trabajos de Linneo en Suecia y, más tarde, los de Mendel en Bohemia sentaron las bases de los estudios sobre variabilidad genética. Y si bien es cierto que el gran impulso a la mejora de plantas durante el siglo XX se dio en EE.UU., en Europa también se crearon prestigiosos centros de investigación agrícola, algunos de los cuales mantienen hoy una actividad notable
quieres saber más sobre el tema consulta la revistahttp://www.investigacionyciencia.es/investigacion- 







lunes, 21 de octubre de 2013


  • Investigación y Ciencia


  • Octubre   2013
  • Nº 445


Informe especial Las matemáticas del planeta Tierra
EPIDEMIOLOGÍA

Modelos de propagación de enfermedades

La estructura de las sociedades modernas ha modificado los patrones de contagio de las enfermedades infecciosas.

  • Saldaña, Joan

En síntesis

Los modelos clásicos de propagación de epidemias suponen contactos homogéneos entre la población. La globalización, sin embargo, está obligando a considerar otras pautas de contagio.
Durante los últimos años, diversos sistemas de alerta han permitido obtener información muy detallada sobre las rutas de transmisión de varios brotes infecciosos globales.
A fin de incorporar la estructura de los contactos infecciosos en una población, los expertos están desarrollando nuevos modelos basados en la teo-
ría de redes.

La propagación de epidemias nos brinda una de las muestras más claras de la reciente globalización de la actividad humana. La gran movilidad de las personas favorece la rápida difusión de enfermedades entre distintas regiones del planeta. Un ejemplo aún vigente lo hallamos en el brote del síndrome respiratorio de Oriente Medio, causado por un nuevo tipo de coronavirus detectado en septiembre de 2012. Unos años antes, en noviembre de 2002, otra variante de esta clase de patógenos había provocado la aparición del síndrome respiratorio agudo severo (SRAS). Aunque el brote se originó en China, la enfermedad acabó ocasionando unas 800 muertes en Asia y otros continentes. A principios de este año se detectaron en China los primeros casos de infección en humanos de la gripe A H7N9, de origen aviar.
La repercusión mediática que han recibido estas epidemias no solo se debe a la novedad de observar dichos brotes en humanos, sino también a la alerta causada por su avance geográfico. ¿Hemos aprendido algo de estos episodios?
Por lo que respecta a la modernizaciónmatemática de la dinámica de las enfermedades infecciosas, podemos decir que hubo un antes y un después del SRAS. Su rápida propagación a Canadá y Estados Unidos propició una colaboración internacional sin precedentes coordinada por la Organización Mundial de la Salud. Como resultado, se obtuvo información muy detallada sobre las rutas de transmisión de las infecciones ocurridas en Hong Kong, Singapur y Ontario, entre otros lugares.
Quiere saber más sobre el tema consulte  la revista  INVESTIGACION Y CIENCIAS

lunes, 5 de agosto de 2013

LAS FRONTERAS DE LA INTERNET

Las fronteras de Internet
Para evitar el colapso de la Red ante el creciente tráfico de datos, hay que modificar por completo el tratamiento de la información, afirma el director de los Laboratorios Bell de Investigación.



DAVID YELLEN
En síntesis
Markus  Hoffman, ingeniero y científico informático, dirige los Laboratorios Bell de Investigación, en Holmdel (Nueva Jersey).
Su trabajo se centra en investigar si unas redes de comunicaciones más inteligentes podrían auxiliar a Internet en situaciones complejas.
Según el experto, Internet y la infraestructura que la sostiene deben admitir el tráfico de datos más intensos que generan los dispositivos móviles y los contenidos multimedia.
Al finalizar este año, el número de teléfonos inteligentes, tabletas y otros artilugios conectados en red sobrepasará al de seres humanos. Pero lo más notable es que los dispositivos que llegan al mercado, cada vez más rápidos y eficaces, producen y consumen información a niveles jamás alcanzados. Como informa Cisco, una de las principales compañías de Internet, en 2012 el tráfico de datos en redes móviles creció un 70 por ciento. Sin embargo, la infraestructura mundial de conexiones es finita, por lo que muchos se preguntan cuándo se llegará al límite y qué habrá que hacer en ese momento.
por supuesto, puede aumentarse la capacidad mediante la instalación de nuevos cables que contengan más fibras ópticas transmisoras o la descarga de parte del tráfico en redes satelitales de menor tamaño, pero estas tácticas no hacen más que retrasar lo inevitable. La solución consiste en dotar de mayor inteligencia a la infraestructura global, y para ello se necesitan dos condiciones principales. Por un lado, disponer de computadores y dispositivos con capacidad de preprocesar sus contenidos, y tal vez de filtrarlos o agregarlos, antes de verterlos en la red; por otro, se ha de contar con una red que comprenda mejor la finalidad de esa información, en vez de percibirla como una interminable sarta de bits y octetos.

Para conocer el modo de lograr tales avances, hemos conversado con Markus Hoffman, director de los Laboratorios Bell de Investigación (Holmdel, Nueva Jersey), rama de I+D en Alcatel Lucent acreditada por el desarrollo del transistor, el láser, los dispositivos de carga acoplada y un sinfín de innovaciones técnicas del siglo XX. Hofmann, que en 1998 ingresó en los laboratorios tras doctorarse en la Universidad de Karlsruhe, y su equipo consideran que la manera de progresar consistirá en estructurar en red la información, una estrategia que promete ampliar la capacidad de Internet a través de una mayor inteligencia.

martes, 5 de marzo de 2013

POR QUÉ ALGUNOS TOMATES SABEN MEJOR




Por qué algunos tomates saben mejor



Algunos compuestos aromáticos que habían sido pasados por alto contribuyen sobremanera al sabor del tomate. Ello sugiere una nueva forma de mejorar el sabor de cultivos de alto rendimiento.

PAUL TAYLOR, GETTY IMAGES
El típico tomate de supermercado es de color rojo intenso, se muestra firme al tacto y carece de marcas... y de sabor. Al menos desde la década de los setenta, los consumidores se quejan de los hermosos pero insípidos frutos que los productores no seleccionan por el sabor, sino por su alto rendimiento y resistencia durante el envío. Durante los últimos años, los que practican la agricultura ecológica y los gastrónomos han defendido el sabor superior de los tomates tradicionales, las variedades más antiguas que producen una gran diversidad de formas, tamaños y colores. En un estudio publicado en junio en Current Biology, un grupo de investigadores examinó la composición química de tomates habituales así como de más de cien variedades tradicionales, además de servírselos a 170 voluntarios en una prueba de sabor. Los resultados confirman lo que los científicos han descubierto en los últimos años: el sabor de un tomate no depende solo del equilibrio de azúcares y ácidos que hay en él, sino también de compuestos aromáticos más sutiles, muchos de los cuales están ausentes en los modernos tomates de supermercado. 
Harry Klee, de la Universidad de Florida, lleva una década estudiando el sabor de estas bayas. Algunas de las carencias de los tomates de supermercado, señala, se deben a que los agricultores han seleccionado sus plantas de forma que produzcan la mayor cantidad posible de frutos. Cuantos más tomates produce una planta, menos azúcar puede invertir en cada uno de ellos. Sabiendo que el sabor del tomate depende de otras cosas aparte del azúcar, Klee y sus colaboradores iniciaron un proyecto hace tres años para analizar la mezcolanza química que determina el sabor de un tomate. Klee piensa que sus resultados sugieren una nueva forma de mejorar el sabor de estos frutos sin sacrificar las ventajas económicas de las plantas de alto rendimiento. 
El equipo de Klee cultivó 152 variedades tradicionales de tomate en terrenos e invernaderos de la Universidad de Florida y compró tomates estándar en un supermercado cercano. Los científicos cortaron las hortalizas en rodajas y se las ofrecieron a voluntarios que mordieron, saborearon y tragaron cuidadosamente cada bocado, asignando una puntuación a la textura y al carácter dulce, ácido y amargo del mismo, así como al sabor en general y a cuánto habían disfrutado comiendo cada muestra en particular. Como era de esperar, los probandos prefirieron el sabor de los tomates con mucho azúcar al de otros con menos, pero el contenido de azúcar no explicaba totalmente sus preferencias. Una serie de compuestos volátiles, que fluyen hasta nuestra nariz cuando cortamos o mordemos un tomate, también contribuían al sabor. 
Según el análisis de Klee, las sustancias volátiles más abundantes en el tomate, denominadas C6, apenas tenían influencia en la opinión de los voluntarios acerca del sabor de la hortaliza. En cambio, el geranial, un compuesto volátil menos frecuente, marcó una gran diferencia. Klee llegó a la conclusión de que el geranial mejoraba en general el sabor del tomate, aumentando quizá la dulzura del mismo. En comparación con las variedades tradicionales, los tomates estándar contienen menos geranial y otros compuestos volátiles. «Se parecen a la cerveza light», afirma. Mediante la selección o modificación genética de los tomates para que contengan grandes cantidades de los compuestos volátiles preferidos en las pruebas de sabor, podrían producirse variedades especialmente dulces y sabrosas, sin aumentar el
contenido en azúcar.


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